Qué necesitas saber antes de Invertir

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¡Queridos exploradores financieros! En esta emocionante travesía a lo largo de «La Ruta de las Finanzas Personales», nos encontramos ante una parada que agita nuestros sentidos y despierta nuestra ambición: «Paso 5: La Aventura de Invertir».

Es el momento donde aprenderás cómo hacer que tu dinero no sólo descanse, ¡sino que trabaje arduamente para crecer y construir un futuro financiero próspero! Comencemos:

Invertir va más allá de una simple acción financiera; es una estrategia poderosa que nos permite trascender la mera acumulación pasiva y tomar el timón de nuestro destino financiero, y para ello debes aprender cómo convertir tu dinero en un aliado activo en la búsqueda de una seguridad económica duradera.

Te recuerdo que, a estas alturas, deberías estar trabajando en seguir los pasos del 1 al 4 de los artículos anteriores para dar continuidad al proceso de transformación de tus Finanzas Personales.

Muchas personas creen que es recomendable ahorrar dinero con el único propósito de «poseer más dinero», pero no se dan cuenta de las consecuencias de no invertir, que en realidad significa perder dinero. Si hasta el día de hoy has logrado ahorrar durante un año, por ejemplo, 500 dólares (o más), cada vez que consultas tu cuenta bancaria y ves el saldo, es cierto que tienes 500 dólares en pantalla. Sin embargo, has perdido el poder adquisitivo de tu dinero, ya que este se va erosionando al menos entre un 1 y un 4% debido a la inflación, dependiendo de la economía de tu país.

La inversión es para todos, aunque no todas las formas de inversión son adecuadas para cada persona. Para aprovechar al máximo el potencial de tu dinero, es crucial comprender dos cosas:

En esta etapa se trata de aprender y desmitificar el mundo de las inversiones para ti, mientras te asocias cada vez más con ellas. Aprende sobre inversiones tradicionales, cuentas remuneradas, acciones e incluso bienes raíces. Sin embargo, es crucial tener en mente una cosa importante: invertir no garantiza ganancias rápidas. Creer lo contrario te expone a caer en estafas y promesas falsas que abundan en el mercado, lo cual puede llevarte a tomar decisiones precipitadas.

Necesitas enfocarte en aplicar sentido común a cada decisión que tomas. Cuando alguien desconocido te contacta a través de redes sociales o te llama, para ofrecerte rendimientos exorbitantes, en un corto período de tiempo a cambio de depositar cierta cantidad de dinero, es momento de abrir los ojos. Si reflexionas detenidamente, te darás cuenta de que si fuera tan sencillo como te lo pintan, todos serían millonarios.

Si estás considerando inscribirte en alguno de los cursos anunciados en YouTube para aprender trading, los cuales prometen poseer una máquina, un algoritmo o una fórmula secreta mágica, debes darte cuenta de que la verdadera fórmula se llama: vender. La persona que ofrece estos cursos gana dinero vendiéndolos a individuos que creen que al comprar el curso, se volverán ricos en tan sólo 2 meses.

Es fundamental educarse lo suficiente para reconocer cuando alguien te hace este tipo de promesas poco realistas, ya que son falsas.

Abandona la idea de que el dinero llega sin esfuerzo, sin dar nada a cambio a los demás, porque si mantienes esa mentalidad, siempre serás la víctima de la cual, algunas personas, se aprovechan monetariamente.

Es imprescindible investigar antes de decidir dónde invertir tu dinero: ¿está la institución regulada? ¿Por quién? ¿Cuánto dinero está cubierto? ¿Existen resultados visibles? ¿Es una institución con un historial probado de resultados a lo largo del tiempo? Estas son sólo algunas de las recomendaciones básicas que debes considerar.

Una vez que tengas una comprensión general para distinguir entre una estafa y una oportunidad de inversión que se ajuste a tus metas, es crucial adaptar tu enfoque. Debes entender cuál será el mejor proceso para hacer que tu dinero trabaje a tu favor. Además, aquí hay otras dos consideraciones importantes a tener en cuenta.

Es crucial entender que las inversiones no deben confundirse con los «ingresos pasivos»; esperar obtener ingresos pasivos sin reinvertir, todas las ganancias generadas por tus inversiones, es un error común. Por lo general, se necesitan entre 8 y 10 años para convertir una inversión en un ingreso pasivo, que te permita vivir de las ganancias generadas. Por lo tanto, es fundamental enfocarse inicialmente en aumentar tu patrimonio, es decir, tu capital inicial.

Una opción es considerar la inversión en acciones sólidas, con perspectivas a largo plazo (más de 3 años), ya que tienden a generar rendimientos más estables. Otra alternativa son los fondos indexados, que ofrecen una forma diversificada y gestionada de participar en el mercado, con ciertas ventajas fiscales.

Los ETFs (Exchange-Traded Funds) también son una opción viable, ya que son conjuntos de activos que cotizan en la bolsa de valores y permiten invertir de manera diversificada y con bajo costo.

Tanto los fondos indexados como los ETFs, permiten automatizar el crecimiento, ya que una vez generen ganancias, puedes estipular que se reinviertan, lo que incrementa tu capital inicial y genera más ganancias que a su vez pueden reinvertirse. Esta estrategia requiere un horizonte temporal mayor a 7 años para ver crecer significativamente tu dinero.

Si pudiera resumir todo sobre las inversiones en pocas palabras o en una fórmula, sería algo como esto: Cuanto más tiempo mantengas tu dinero invertido, menor será el riesgo y mayor la rentabilidad. Por otro lado, invertir durante un período más corto, puede generar resultados similares a los obtenidos en 5 años, pero con un riesgo considerablemente mayor.

Si estás dispuesto a ser paciente, avanza con cautela; si buscas resultados rápidos, actúa con rapidez, pero asume una mayor responsabilidad y adquiere más conocimientos para hacer crecer tu dinero. Ambas estrategias son válidas, pero requieren diferentes enfoques y niveles de compromiso.

Una vez que hayas determinado el ritmo y el tiempo que puedes dedicar, así como tu tolerancia al riesgo, es importante tener en cuenta que las inversiones no están aisladas del resto de tu vida financiera. De hecho, deben integrarse de manera armoniosa con tu estrategia de ahorro a largo plazo, para asegurar que cada acción te acerque más a tus metas. En este punto, es crucial realizar otras dos acciones:

Por ejemplo, si dispones de 500 dólares, podrías destinar 100 a la adquisición de una acción en la que confíes plenamente, aunque su rentabilidad a largo plazo pueda parecer modesta pero estable. Otros 100 podrían invertirse en una oportunidad con un horizonte de tiempo más corto y una rentabilidad potencial más alta o media. Los 300 restantes podrían distribuirse en tres inversiones adicionales, siempre asegurándote de respaldarte en inversiones sólidas y estables, aunque más lentas en su crecimiento, en lugar de apostar todo a una única oportunidad que prometa un crecimiento exponencial a corto plazo, como una acción en bolsa o una materia prima.

Recuerda que concentrar todo tu capital en una sola inversión aumenta considerablemente el riesgo de pérdida total, mientras que diversificar tus inversiones en diferentes sectores reduce la posibilidad de que todas fallen simultáneamente, siguiendo el principio de «no poner todos los huevos en la misma canasta».

Como mencioné en el paso dos de este artículo, una inversión basada en la velocidad y la rentabilidad que deseas alcanzar, podrían ayudarte a lograr el éxito. Sin embargo, es importante reconocer que las inversiones de mayor riesgo, pueden ser más adecuadas para metas a largo plazo (más de 1 año), mientras que las inversiones más seguras son ideales para metas a corto plazo, ya que permiten recuperar el capital inicial para reinvertirlo.

Es válido tanto el enfoque de quien asume riesgos en busca de resultados rápidos como el de quien avanza con cautela, esperando una rentabilidad similar al primero. Cada perspectiva es válida y se ajusta a diferentes perfiles de inversor.

Existe una amplia gama de opciones de inversión, y es importante que encuentres aquella con la que te sientas cómodo y que te ayude a alcanzar tus metas financieras.

  1. Mantenerte al tanto de las tendencias del mercado y las opciones de inversión, es fundamental para tomar decisiones financieras acertadas. Esto se logra a través de la lectura constante de libros financieros, el seguimiento de noticias económicas y la participación en cursos relevantes. También es útil seguir algunos canales de YouTube que ofrecen contenido educativo valioso y gratuito.
  2. Al diversificar tus Inversiones evitas poner todos tus recursos en una sola opción. Al distribuir tus inversiones en diferentes tipos de activos, minimizas el riesgo y aumentas las posibilidades de obtener un rendimiento sólido en el futuro.
  3. La inversión exitosa requiere perseverancia y paciencia. No se trata de ganar dinero rápidamente, sino de mantener una perspectiva a largo plazo. Aunque las inversiones pueden experimentar fluctuaciones en el corto plazo, una visión a largo plazo te ayuda a mantener la calma y a cosechar los frutos de tu paciencia, incluso en medio de la volatilidad del mercado.

En esta nueva etapa de tu viaje por las Finanzas Personales, te he proporcionado las herramientas para moldear la mentalidad necesaria para convertir la aventura de invertir en un emocionante capítulo de tu camino financiero.

Recuerda que invertir es accesible para todos y sólo así puedes liberar el potencial oculto de tu dinero. Avanza con confianza y no dudes en compartir tus comentarios o preguntas sobre este artículo. Además, te invito a explorar mi canal de YouTube «Nova Vita«, específicamente la Playlist en Español, donde encontrarás videos cortos, pero poderosos que pueden ayudarte a cultivar una mentalidad de riqueza, progreso y éxito. Cultivar esta mentalidad es esencial cuando buscamos transformar nuestras vidas.

Este libro tiene el potencial de transformar y esclarecer, de manera sencilla, numerosos aspectos relacionados con la superación de patrones personales arraigados en nuestro subconsciente acerca del dinero. Son precisamente estos patrones o creencias los que, más que cualquier otro factor, moldean nuestra situación financiera actual.

Puede que tengas un profundo conocimiento sobre mercadotecnia, ventas, negociaciones, acciones, bienes raíces y finanzas en general. Sin embargo, si tu patrón mental en cuanto al dinero no está alineado con el éxito, es poco probable que logres acumular una gran riqueza; y si, de alguna manera, lo consigues, ¡es probable que la pierdas con facilidad!

La buena noticia es que este libro ofrece ayuda con simples ejercicios para tu vida diaria, de fácil aplicación, que te permitirán seguir las instrucciones contenidas en sus páginas y reprogramar tu enfoque mental respecto al dinero de manera natural y automática.

Estoy convencida de que te encantará este libro y te sorprenderán los resultados que lograrás.

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